-Advierte diputada aumento en casos de cáncer en la población por falta de regulación en cultivos y cambio de uso de suelo.
Morelia, Mich.; 28 de abril del 2022.- La falta de atención específica a los impactos del cambio de uso de suelo forestal, para convertirlos en huertas, ranchos, pastizales o la práctica de la tala ilegal de madera, así como el modelo de producción intensiva de alimentos y el cambio de uso de suelo en las áreas forestales, han sido catastróficos para la salud pública, señaló la diputada Mayela Salas.
En sesión ordinaria de este miércoles, la legisladora mencionó la falta de regulación de las más de 135,000 hectáreas ilegales de aguacate de las que se tiene registro, que ocasionan deterioro en los suelos, como la hidrofobicidad de la tierra, además de la contaminación y extracción ilegal de agua, agudizando con ello la escasez de este vital líquido; otro efecto adverso de la existencia de esas huertas ilegales, lo que provoca un estado de emergencia por tantas especies de fauna en peligro de extinción, eso sin olvidar a las personas que viven en los alrededores de esas huertas, las cuales, después de un tiempo de exponerse a esos residuos químicos presentan un grave deterioro en su salud.
Mayela Salas hizo énfasis en las cifras del INEGI, que señala las enfermedades que comienzan a ser comunes en quienes viven alrededor de las huertas intensivas, como la leucemia, que representa el 51% de las muertes de hombres entre 0 y 14 años y el 56% en mujeres con cáncer en ese mismo rango de edad. De los enfermos, entre un rango de edad entre 15 y 29 años, el 33% muere por cáncer. El otro cáncer más común provocado por órganos con exceso de fósforo en la sangre, es el Linfoma de Hodgkin, cuyo síntoma más común es una protuberancia en el cuello, debajo del brazo o en la ingle y que representa el 18% del total de enfermos que mueren por esa causa, en ese mismo rango de edad. Por lo que se ve que la ilegalidad no solo tiene efectos adversos en el cambio de uso de suelo, ya que también genera a corto, mediano y largo plazo, un problema de salud pública.
“De los datos estadísticos mencionados podemos concluir que los cultivos intensivos y sin regulación, son un foco de infección y representan más del 53% de los enfermos de cáncer en el estado, una verdadera pandemia”, mencionó Salas Sáenz.
Por lo anterior, mediante un exhorto, la diputada llamó a que la Secretaría de Salud, dentro de sus atribuciones, realice las tareas de supervisión, sanción y aplicación de protocolos de emergencia sanitaria y que genere el registro de expedientes de pacientes diagnosticados por la contaminación de “órganos fosforados”, lo cual permitirá sistematizar la información de las afectaciones a la población por la aplicación de fertilizantes y herbicidas. La generación de estos registros estadísticos permitirá dimensionar el impacto del uso de herbicidas y su toxicidad, lo que permitirá legislar, planear, corregir y prevenir más casos de cáncer.
Así mismo, urgió la necesidad de generar recaudación por concepto de multas y recuperación de daños, es decir, establecer un porcentaje de multas, tipificadas y tabuladas para crear un fondo de tratamiento de enfermedades causadas por el exceso de agroquímicos, tanto fertilizantes como herbicidas, en los lugares que sean afectados, sobre todo la franja aguacatera del estado.
Finalmente, informó al pleno la importancia de promover que se reglamente la formación de un fideicomiso de atención médica con suficiencia técnica y bioquímica, para la detección temprana de infección por órganos fosforados, pues lograrlo representa la disminución del 60% de mortalidad por infecciones por agroquímicos.
Comentarios