Ante el proyecto de que se instale en Uruapan el cablebús, está muy claro que los concesionarios del transporte público en este municipio, quieren a toda costa mantener o aumentar el botín que les representa la prestación de este servicio, que por ciento, lo hacen muy mal e incompleto, ya que la mayoría de las rutas terminan a eso de las 8 de la noche, siendo que muchos usuarios todavía ocupan del transporte urbano para desplazarse a su destino. Es común que las unidades se encuentren en pésimo estado, sucias y sin mantenimiento.
Salvo honrosas excepciones, la mayoría son choferes prepotentes, groseros y sin educación, tratan mal a los pasajeros y no saben conducir con propiedad; en vez de manejar a la defensiva como corresponde, avientan el camión a los demás vehículos. Por si fuera poco, muchos traen a todo volumen la música, lo cual es muy molesto para el pasaje, que se traga el mal servicio que recibe, ya que, si reclama, lo más seguro es que se lleve una fuerte reprimenda del operador.
Me explico, de manera estratégica las empresas Tata Lázaro y Colectivos Uruapan se oponen a que el gobernador del estado aterrice el proyecto del cablebús en esta ciudad, lo cual ya de entrada, es oponerse a que la Perla del Cupatitzio progrese en materia turística y en movilidad. Este rechazo lo manifiestan públicamente y dan a conocer sus argumentos, pero existe un fuerte rumor, de que en realidad lo que buscan, es apoderarse de la concesión de este nuevo servicio para seguir siendo los dueños y amos absolutos del transporte público en la capital mundial del aguacate.
Es decir, el pulpo camionero quiere todo el pastel y todo el poder, no quiere dejarle migajas a nadie. Lamentablemente, hay muchas posibilidades de que consigan el objetivo y el gobernador les autorice la concesión del cablebús; cabe recordar que se aproximan tiempos electorales, en que las autoridades en turno suelen conceder favores y beneficios a cambio de votos, lo cual les significaría mantenerse en el poder por otro periodo.
Mientras tanto, los usuarios del transporte urbano en Uruapan siguen indefensos ante el mal servicio que reciben y lo peor, es que parece que este problema cotidiano ya se ha vuelto costumbre y la ciudadanía lo percibe de una manera normal y hasta ordinaria, lo cual no debería de ser así, ya que la sociedad está en todo su derecho de exigir un buen trato y buen servicio público, cuya tarifa de 10 pesos, es muy cara, comparada con la atención que brindan los concesionarios a los usuarios.
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