Con su venia, compañero Presidente.
Compañeras y compañeros Senadores de la República:
Reconocer al año “2019, como el Año de las Lenguas Indígenas”, es un acto de justicia porque visibilizamos no solamente la lengua, visibilizamos no solamente la cultura, no solamente la gastronomía, no solamente nuestras formas de vida.
Cuando visibilizamos un elemento de nuestro pueblo, prácticamente visibilizamos a todo un pueblo a su cosmovisión, su manera de entender el mundo, su manera de enfrentar los retos y desafíos que impone la modernidad, y es por ello que con este declarar al año “2019, como el Año de las Lenguas Indígenas” reivindicamos precisamente la visibilización de nuestros pueblos indígenas.
Consideramos que ha llegado el momento de reconocer plenamente que la fortaleza de la identidad nacional mexicana reside en su riqueza pluricultural y multilingüe.
Gracias a las culturas y las lenguas que nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes aportan a la nación, México ocupa el segundo lugar en el Continente Americano en número de lenguas maternas vivas, hablantes de nuestro país.
De acuerdo al Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales, variantes lingüísticas de México con sus autodeterminaciones y referencias geoestadísticas, realizado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, publicado el 14 de enero de 2018 en el Diario Oficial de la Federación, la diversidad lingüística de origen indoamericano de nuestro país se componen de 11 familias lingüísticas y 68 agrupaciones lingüísticas; en 364 varias lingüísticas.
Actualmente la población hablante de lengua indígena en México asciende a 7 millones 382 mil 785 personas que hablan alguna lengua indígena, lo que constituye el 6.5 % de la población total del país, de los cuales más de 900 mil hermanas y hermanos hablan únicamente una sola lengua indígena.
Cada lengua representa una visión diferente de ver el mundo en el que vivimos sin importar la lengua que sea. Nuestras lenguas maternas reflejan la cosmovisión de nuestro pueblo, por medio de ellas existe nuestra cultura y nuestro mundo.
Romayne, nos recuerda que cada lengua es un museo vivo, un monumento de cada cultura, y que es una pérdida significativa para cada uno de nosotros si la diversidad lingüística se esfuma cuando podemos hacer algo para prevenir esta desaparición.
Si las lenguas indígenas se extinguen esto significa que también perdemos una cultura de los hablantes de esa lengua y el conocimiento de sus ancestros, ésta es una de las tantas razones por las que es importante preservar y promover a las lenguas, y especialmente a las minoritarias.
En nuestro país tristemente se ha visto a la diferencia lingüística y cultural como un problema y se ha usado para separar a la nación y reprimir a los pueblos más marginados y carentes del apoyo del Estado.
Por ello, hoy más que nunca es necesario reivindicar la diversidad cultural de nuestros pueblos indígenas para reunir a nuestra nación en lugar de dividirla.
Por tal razón, compañeras y compañeros, es que hoy los convoco a unirse a esta causa de lucha en contra de la grave pérdida de las lenguas indígenas de nuestro país, siendo una necesidad apremiante su preservación, revitalización y promoción.
La importancia al rescate de las lenguas indígenas radica que en ellas se recoge la forma única de ver el mundo de cada uno de los 68 pueblos indígenas de México, una cosmovisión que se materializa a través de sus conocimientos y expresiones tradicionales, las cuales es preciso preservar para que las generaciones venideras también puedan gozar de esta sabiduría, producto de la acumulación del conocimiento milenario.
Por eso decimos que declarar al año “2019, como el Año de las Lenguas Indígenas” es un acto de justicia y que, sobre todo, no solamente visibiliza de nuestros pueblos nuestra cultura, sino también el arte, la ciencia, la astronomía, la matemática; que los pueblos indígenas son más que sus danzas y tradiciones; los pueblos indígenas, la lengua precisamente manifiesta la forma en que nuestros pueblos se relacionan con el mundo, cómo entienden al mundo, cómo se enfrentan a los desafíos de este mundo, cómo luchan por conservar su identidad en este mundo y, sobre todo, cómo quieren pasar a la historia, cómo quieren enfrentarse al futuro a través de sus, con sus propios elementos, con sus propias herramientas y, sobre todo, manteniendo sus propias lenguas.
Agradezco su atención, compañeras y compañeros Senadores.
Es cuanto, compañero Presidente.
Muchas gracias.
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