En Uruapan, el enfrentamiento entre Nacho Campos y Carlos Manzo ha sido un tema fundamental en los juegos de poder políticos. Estos dos líderes, representan fuerzas políticas opuestas dentro de la región, llegando a tener tanta importancia, que hoy en día, su rivalidad es una pieza clave para decidir y entender el poder de las tierras michoacanas durante los próximos años.
El origen de la confrontación
Públicamente, el conflicto se originó en un acto luctuoso en honor a los Mártires de Uruapan. Durante ese evento, Carlos Manzo fue abordado por elementos de la policía estatal o guardía civil, lo que desencadenó un enfrentamiento directo entre las dos figuras. Desde entonces, las tensiones han ido en aumento, y sus seguidores se han dividido en dos bandos.
Sin embargo, a nivel político y extraoficialmente, se suele atribuir el primer gran roce entre Nacho Campos y Carlos Manzo a una negociación fallida para que el entonces diputado federal, Carlos Manzo, pudiera colocar personal de confianza dentro de distintas posiciones de la administración municipal encabezada por Nacho Campos.
De igual forma, es importante considerar el contexto en que esto ocurrió, ya que por un lado, se agudizó una crisis de seguridad a nivel estatal y por otro lado, el legislador federal, Carlos Manzo comenzó un discurso incendiario y una campaña contra cuerpos policíacos que cometían irregularidades de forma frecuente.
Estos dos elementos explosivos, se fundieron cuando autoridades prohibieron el acceso al acto luctuoso de los Mártires de Uruapan en octubre del 2022 a Carlos Manzo, lo que detonó un enfrentamiento directo entre los cuerpos de seguridad, los seguidores del diputado y el propio diputado, quien terminó por verse beneficiado a largo plazo con el altercado y posicionarme ante la opinión pública como un líder a seguir.
La estrategia de Carlos Manzo
Desde que inició su cargo, el legislador Carlos Manzo, adoptó una estrategia audaz. Realizó patrullajes, donde confrontó y transmitió sus altercados con varios elementos policiales que cometían actos ilegales o irregulares, hechos que tuvieron un gran eco entre la ciudadanía y un gran alcance en redes sociales, esto sería la semilla que lo confrontaría con diferentes autoridades en el futuro, pero que fortalecerían su popularidad de forma explosiva.
Su postura firme y su retórica, polarizaron aún más la situación, llevándolo a confrontarse con varios cuerpos policíacos del gobierno del estado. Durante el conflicto con estos últimos, representados por la Guardia Civil, Carlos Manzo, terminó por concretar un acercamiento con el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, fortaleciendo lazos de una forma bastante inesperada.
Las dos facciones de poder
La alianza de Alfredo Ramírez Bedolla con el movimiento de La Sombreriza, terminó de marcar la lucha por el poder en la Perla del Cupatitzio. El grupo del gobernador michoacano, con una modesta posición en Uruapan, buscaba ampliar su esfera de influencia en una región dominada por la facción política encabezada por Raúl Morón Orozco y representada en Uruapan por Nacho Campos.
El origen de esta competencia, data de abril del 2021, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), revocó la candidatura de Raúl Morón a la gubernatura de Michoacán. Esta decisión generó tensiones adicionales entre varias facciones de Morena, donde finalmente se decidió que Alfredo Ramírez Bedolla sería el próximo aspirante y actual gobernador.
A partir de esta serie de acontecimientos, se gestó el conflicto entre las dos fuerzas políticas con mayor peso y músculo electoral dentro de Morena. Una liderada por Raúl Morón y otra por Alfredo Ramírez Bedolla.
El impacto de unas elecciones ásperas
Las elecciones también fueron un campo de batalla. La confrontación entre Campos y Manzo escaló rápidamente, los debates, los mítines y las redes sociales fueron arenas donde se libraron batallas políticas de forma constante. De igual manera, el discurso de Carlos Manzo Rodríguez, lejos de suavizarse se endureció y fortaleció, mientras que Nacho Campos prefirió eludir las confrontaciones directas.
Este fragor electoral, alimentó una polarización que ha afectado fuerzas políticas dentro de Morena y ha fortalecido la posición de Alfredo Ramírez una vez confirmada la victoria de Carlos Manzo durante las elecciones del 02 de junio del 2024.
Una entrega-recepción complicada
La intensidad de las elecciones preludiaba un periodo de entrega-recepción complicado y al parecer así fue. Tras varias reuniones entre Campos y Manzo, no se pudo concretar un acuerdo político, situación que fue enfatizada por el mismo presidente electo, quién a través de varias transmisiones, denunció lo que él considero irregularidades de forma frecuente, llamó a la ciudadanía uruapense a evitar el pago de servicios o impuestos en cualquier instancia municipal y afirmó que cualquier anomalía detectada será llevada ante las autoridades correspondientes.
Por su parte, Nacho Campos endureció su discurso, asegurando, durante el último Consejo Municipal de Desarrollo, que las palabras de Manzo tienen tintes políticos y entreviendo un posible conflicto post-electoral que sin lugar a dudas, puede entorpecer la gobernabilidad de la administración de Carlos Manzo.
El escenario político que vive Uruapan, más que un conflico entre Nacho Campos y Carlos Manzo, parece ser el primer gran enfrentamiento entre las facciones que pueden gobernar Michoacán durante próximos años, por un lado, tenemos un movimiento nuevo, arropado por figuras políticas de antaño en la Perla de Cupatitzio, por estructuras estatales y un ala morenista de Michoacán, por el otro, un ala de izquierda con un gran poder dentro de Morena y en varias de las huestes educativas, tanto michoacanas como federales.
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