Las cinco regiones más antiguas de Michoacán

Michoacán está lleno tesoros históricos. Desde la prehistoria hasta la época prehispánica, estos lugares ofrecen una visión detallada de las culturas que han habitado esta región a lo largo de los siglos. Sumérgete en el pasado y descubre los secretos de El Opeño en Jacona, las ruinas Tingambato, la historia de La Piedad, el pasado de Zacapú y los misterios del Lago de Pátzcuaro.

Cada uno de estos sitios arqueológicos representa un capítulo único en la historia de Michoacán, un estado que ha sido testigo de la evolución de algunas de las civilizaciones más fascinantes de México

Jacona (El Opeño)

El Opeño es un sitio arqueológico ubicado al sur del municipio de Jacona, Michoacán. Según México Desconocido, este lugar es famoso por sus tumbas ahuecadas en el subsuelo de toba volcánica, conocidas por su antigüedad y sus contenidos. Las tumbas de El Opeño se remontan a 1500-1200 a.C., lo que las convierte en uno de los asentamientos más antiguos de la región.

La cerámica encontrada en El Opeño es particularmente atractiva, con ollas circulares de cuellos diferentes y cuencos esféricos o trípodes.

Tingambato

Tingambato es uno de los sitios arqueológicos más representativos de los primeros pueblos asentados en Michoacán. Este sitio aldeano, ubicado en el actual municipio de Tingambato, es conocido por sus tumbas y ofrendas funerarias, que son las más antiguas de que se tiene noticia en el occidente.

Las características arquitectónicas que distinguen a Tingambato de otros sitios incluyen el sistema constructivo basado en el talud-tablero (típicamente teotihuacano), el altar central, los recintos porticados y la cancha para juego de pelota con cabezales muy pequeños.

La Piedad

La Piedad es un municipio en el estado de Michoacán que alberga algunos de los asentamientos más antiguos de la región. Según los estudios arqueológicos de la zona, entre el 500 y 800 d.C. existieron dos poblados, uno sobre la ladera de la meseta Acuitzio y el otro sobre la de Laureles o Cerrito del Muerto.

Uno de los sitios arqueológicos más destacados en La Piedad es Zaragoza. Poblado entre 600 y 900 d.C., Zaragoza presenta características únicas. Su ubicación junto a un magnífico frente rocoso de 60 m de altura transmite una sensación de resguardo. Se han localizado 250 petrograbados con distintos diseños, como espirales, líneas onduladas y figuras abstractas. Tiene 70 ha de terrazas de cultivo y habitacionales; su arquitectura pública incluye una plaza cerrada, una plataforma en los lados oriente y sur, una cancha para el juego de pelota y un basamento en forma de L, donde hay un patio central rodeado de habitaciones y escaleras.

Zacapú

Según el libro Ocho mil Años de Zacapú, esta región es considerada como el primer asiento de la raza purépecha, que más tarde poblaría todo lo que hoy es Michoacán y parte de Guanajuato y Querétaro. La evidencia arqueológica ha demostrado que el sitio fue anterior al antiguo imperio michoacano.

Los primeros habitantes de Zacapu se establecieron en Naranxán y allí se dedicaron a la pesca y a la caza. Tenían como deidad principal a la diosa Curicaveri y pronto empezaron a expandirse y controlar la región hasta llegar a las orillas del Lago de Pátzcuaro, en donde fundaron entre otros pueblos, Tzintzuntzan, que fue su capital y posteriormente se convertiría en el centro del gran Imperio Purépecha

Lago de Pátzcuaro

El historiador José Felix Zavala, asegura que el Lago de Pátzcuaro es una región que ha sido hogar de la etnia purépecha desde el siglo XIV. Los tarascos llegaron a dominar un territorio cuyo centro se encontraba en la cuenca del lago y llegaba más allá de los límites del actual estado de Michoacán. Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan fueron los asentamientos que fungieron como centros de poder.

En resumen, la rica historia de Michoacán se refleja en los numerosos asentamientos antiguos que se encuentran en todo el estado. Estos lugares ofrecen una visión única de las tradiciones y estilos de vida de las personas que los habitaron hace miles de años. Cada piedra, cada artefacto, cada edificio nos cuenta una historia, nos permite entender un poco más sobre la rica historia de este estado.