La morisqueta, un plato arraigado en la tradición culinaria de Michoacán, se presenta como un fascinante fenómeno gastronómico que combina historia y sabores. Originaria de la región de Tierra Caliente en Michoacán, este platillo ha logrado trascender fronteras, encontrando su lugar en mesas de Guerrero, Jalisco y otras áreas del occidente mexicano.
Consta de arroz blanco, frijoles y salsa de jitomate que sirven como lienzo para una variedad de sabores y complementos que incluyen opciones con queso, carne o verduras. Aunque su nombre, morisqueta, podría sugerir alguna conexión con influencias moriscas, la realidad histórica revela un trasfondo intrigante.
Contrario a la asociación con lo morisco, el nombre morisqueta encuentra su raíz en un pasado asiático. La teoría sugiere que el arroz, ingrediente esencial de este plato, llegó a México a través de las rutas comerciales transpacíficas provenientes de Filipinas. En este país asiático, el arroz cocido en agua sin sal se denomina morisqueta o kanin, creando un enlace culinario transoceánico con México. Además, en Filipinas, existe un plato denominado zambaripao, similar a la morisqueta mexicana, consistente en arroz frito con frijoles.
Esta conexión histórica añade una capa adicional de complejidad y sabor a la morisqueta, transformándola en un reflejo de las influencias transatlánticas en la cocina mexicana. Ahora, te invitamos a explorar una receta sencilla de morisqueta y disfrutar por ti mismo de esta deliciosa tradición culinaria.
Receta Tradicional de Morisqueta Uruapense
*Ingredientes:*
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- – 2 tazas de arroz
- – 4 tazas de agua
- – 2 cucharadas de aceite
- – Sal al gusto
- – 2 tazas de frijoles cocidos
- – 1/4 de taza de caldo de frijol
- – 4 jitomates
- – 1/4 de cebolla
- – 2 dientes de ajo
- – 2 chiles serranos
- – Queso fresco rallado (opcional)
*Preparación:*
1. Lava el arroz y escúrrelo bien.
2. Calienta el aceite en una olla y fríe el arroz a fuego medio, moviendo constantemente, hasta que esté dorado.
3. Añade el agua y la sal, y deja que hierva. Baja el fuego y tapa la olla. Cocina el arroz hasta que esté suave y seque el agua, unos 20 minutos.
4. Licua los jitomates, la cebolla, el ajo y los chiles con un poco de agua y sal. Cuela la salsa y caliéntala en una cacerola a fuego medio, hasta que se reduzca y espese, unos 15 minutos.
5. Calienta los frijoles con el caldo en otra cacerola, hasta que estén calientes y un poco caldosos.
6. Sirve el arroz en un plato, cubre con los frijoles y la salsa. Acompáñalo con queso rallado si deseas y con tostadas o el antojito de tu preferencia.
Buen provecho!
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